Lo siento, pero no: no puedes ser todo lo que quieras ser aunque te esfuerces

Desde hace ya tiempo estamos viviendo inmersos una de las etapas de mayor incertidumbre laboral de los últimos tiempos. No sólo por la volatilidad del mercado laboral, las nuevas profesiones emergentes (y otras que tienden a desaparecer) , y por la crisis que hemos vivido, sino también por la aparición de una corriente que, bajo la bandera del buenísimo y del “todo es posible si te esfuerzas”, intenta y, en parte, ha conseguido inculcar este sentimiento en partes de la población vulnerables.

Cuando alguien está atravesando un mal momento, ya sea personal o profesional, hay que apoyarle, ayudarle y hacer que se ayude a sí mismo para superar el bache por el que está pasando, hasta ahí creo que estamos todos de acuerdo.

El problema viene cuando ese mensaje alentador y de apoyo se convierte en una trampa mortal para ese profesional que necesita ayuda. Muchas veces esto ocurre no por el malentendido del mensaje, sino por su transmisión incorrecta y que acaba causando el efecto contrario al deseado.

“Si te esfuerzas podrás ser todo lo que quieras en la vida”. Todos alguna vez hemos escuchado esta frase, lo más aseguro que de boca de algún “gurú salvador” que pretende abrirnos los ojos cuando estamos pasando una mala situación. Al principio es un mensaje motivador y de ayuda, que pretende hacerte “saltar de tu silla” y empezar a ver las cosas de otra manera. Pero, ¿es el mensaje correcto?

¿De verdad creéis que podéis ser todo lo que queráis en la vida con esfuerzo? Lamento desilusionaros, pero no, no es posible. Me considero un gran seguidor de la NBA desde hace mucho tiempo y, por mucho que me esfuerce, os aseguro que será IMPOSIBLE que llegue a jugar en la NBA.

El problema viene cuando alguien se lo cree y decide poner toda la carne en el asador para conseguir esa meta dejando de lado otras alternativas porque “yo quiero jugar en los Lakers y mi coach me ha dicho que con esfuerzo todo es posible”.

El enfoque correcto, bajo mi humilde punto de vista, es ser consciente de los puntos fuertes y débiles a la hora de enfocar la búsqueda de empleo, pero también de las limitaciones que todos tenemos al respecto y que, por mucho que nos digan o nos pretendan hacer ver, son las que son y seguirán estando presentes.

No perdamos el tiempo en hazañas épicas e imposibles de cumplir por muy bonitas que sean sobre el papel, dejando de lado alternativas menos bonitas pero infinitamente más reales y conseguibles.

Cada minuto que pasa sin que tengamos esto claro, hace que nuestro coste de oportunidad frente a la búsqueda de empleo sea cada vez más alto, tanto en lo personal, como en lo profesional.

¿Estás dispuesto a perder el tiempo o a ser eficiente y sacarle el mayor partido? Solo depende de ti.